sábado, 8 de octubre de 2011

EL ALMA DE LAS ESTRELLAS. Parte 3 - Sarah Degel

Así pues, tras conocer dicha historia, nada más graduarme subí al cielo y me dispuse a esperar al agujero negro. Han pasado tres años desde entonces, y aunque he visto muchos agujeros negros, ninguno tenía los colores del arco iris en su reborde. Quiero poder contar las estrellas y, al igual que el cazador, esperaré pacientemente hasta que encuentre lo que busco.

Y esa es mi historia, aquí estoy, en el cielo, viendo pasar las estrellas como cada día a ver si logro descubrir su secreto.
Oh, ¿pero qué estoy viendo? No me lo puedo creer, me parece que veo el agujero negro que llevo buscando todo este tiempo allí a lo lejos.
Se va acercando muy poco a poco, el tiempo se me está haciendo eterno, pero cada movimiento que realiza hacia adelante me va asegurando que es lo que llevo buscando estos tres años.
El corazón se me ha acelerado tanto, que no sé si voy a ser capaz de soportarlo. Mis latidos se intensifican cada vez más, lo noto tan cerca…
Apenas queda distancia entre él y yo, tengo que prepararme para tocarlo, así que me estiro y alargo la mano, pero al hacerlo me doy cuenta de que cuando pase a mi lado, no seré capaz de alcanzarlo, tengo que idear un plan.
Es como cazar una estrella, así que, usaré alguno de mis instrumentos de caza, espero que funcione.
Abro mi bolsito de cuero, que siempre llevo conmigo, y lo revuelvo buscando el instrumento que pueda ser apropiado, pero no logro decidirme por ninguno. Miro hacia el agujero negro, lo tengo muy cerca, el tiempo se termina.
Revuelvo otra vez  y veo mi ishi que es una especie de máquina para crear instrumentos, también paso la mano por algunos de mis instrumentos de trabajo como hana, kaze, mishu, ame, yuki y, ahí está lo que busco, mi kumo, lo que significa nube. Utilizaré mi kumo que creará una nube artificial a la que podré subirme y así tocar el agujero negro.
Vuelvo a echar otro vistazo hacia el agujero, lo tengo casi encima de mí, no hay tiempo que perder.
Saco mi kumo y digo las palabras mágicas: kumo no shita. La nube se coloca bajo mis pies y me eleva justo en el preciso instante en que el agujero negro cruza sobre mi cabeza, extiendo la mano y mis dedos lo rozan ligeramente, enseguida veo solo oscuridad.

2 comentarios:

  1. ummmmmm y dónde habrá ido a parar???
    besitos guapa! ;)

    ResponderEliminar
  2. 3 años?? madre mía q paciencia.
    a ver, a ver, que pasará al tocar el agujero negro, estamos a punto d descubrir el secreto....

    ResponderEliminar